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Algun día nuestros ojos encenderán luciérnagas

La sencillez de lo que nos rodea rebosa poesía de vida que precisa el hálito vital para su comprensión; necesita ser respirada. El ritmo y la melodía remiten al aspecto audible de las palabras que harán llegar con plenitud todo su contenido, dándole voz, haciéndola viva, ¡a viva voz! 

La propuesta se inspira en poemas enlazados por una dramaturgia de Rafael   Benito, y la puesta en escena tiene la característica del uso de objetos, lo que le confiere un carácter absolutamente teatral sincero y opuesto a lo que se pueda suponer de un “recital de poemas”.

Un acontecimiento teatral en un espacio dramático auditivo y visual con música en directo interpretada al violoncello, un espacio escénico activo con una dramaturgia abierta que propicia el encuentro con el público, en la que los intérpretes ejecutan una pintura mural de doce metros cuadrados.